lunes, 20 de agosto de 2007

Seguimiento

Las horas pasar




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Daniel tiene 21 años y es el menor de 4 hermanos. Ahora vive solo con sus padres que trabajan todo el día tratando a personas con adicción a drogas. Estudia ingeniería civil industrial en la Universidad Federico Santa María y es uno de los pocos de su generación que ha logrado pasar invicto todos los ramos.

Trata de romper sus rutinarias jornadas matutinas camino a la universidad con lo que más lo apasiona, la música. De la misma forma llena de melodías las múltiples habitaciones de su casa, antes colmadas de voces familiares.

Vicios, su perro y diferentes pasatiempos hacen correr las manijas del reloj más rápido para comenzar otro día.

























3 comentarios:

diario de un caminante dijo...

Marlene, propones encuadres pulcros y meditados, están correctamente delimitadas las ideas que quieres evidenciar. Podríamos decir que se evidencia la dedicación de tiempo al lenguaje fotográfico. Ahora bien, hay imágenes atractivas, menos literales, que destaco: 3 y 5 (de arriba hacia abajo), donde se sugiere atmósferas e incluso se ironiza (no sé si conscientemente) sobre la actual disyuntiva entre realidad y simulacro.
Con las imágenes restantes, pese a que en términos informativos indudablemente todo está "correcto", echo de menos -precisamente- lo contrario, que te sueltes más. (Que conste que estoy hilando fino, sólo para exigirte más, al comprender que la técnica y lo básico lo dominas). Quiero decir que, en términos plásticos, la fotografía de Daniel conduciendo su auto y poniendo un CD no me emociona en lo más mínimo, por ejemplo. Y en segunda instancia... ¿cuál es su aporte, incluso en términos informativos? ¿Decir que Daniel sabe conducir, o que mientras lo hace escucha música? Medita esto, por favor.
También sugiero ejercitar más, por ejemplo, en la fotografía de tu personaje junto a su perro. Me parece bien escoger una imagen en picado o cenital, aunque sólo porque se percibe medianamente la cara del perro. Quizás resulta más interesante otro ángulo, donde apreciemos a ambos jugando.... lo dejo a tu criterio.
Finalmente, agrego: ¿no te da la sensación de pose, al ver la totalidad del ejercicio? Quiero decir que cada una de las fotografías representa más que un momento determinado, una acción, precisa, meditada, algo forzada incluso. Intuyo -y por favor corrígeme si me equivoco- a la fotógrafa haciendo un listado mental de las acciones que fotografiaría, luego armando una puesta en escena de ellas.... no así realizando un seguimiento riguroso, donde el protagonista se olvidó incluso de que lo seguían.

Marlene P.W. dijo...

Hola
Gracias por todas las críticas.
En cuanto a la foto del auto, aunque no sea a jucio de muchos una toma tan importante, la dejé porque es lo que hace Daniel la mayor parte del día. Suele manejar mucho y siempre es escuchando música. Tal vez la imagen no evoque muchas sensaciones al observador, pero sí compone parte importante de su vida.
Respecto al ejercicio en general, puede parecer muy pensado, pero realmente son las cosas que él suele hacer durante el día. Es un poco difícil que Daniel no notara mi presencia, ya que ese día fui la única persona que estuvo con él, pero las tomas son de sus actividades cotidianas.
Confieso que la única foto que fue posada fue la de la cámara. La saqué para representar uno de los mayores pasatiempos que tiene mi sujeto a seguir.
PD/ Respecto a la foto del perro estaba en duda desde un principio. Preferí cambiarla por una más espontánea, y que en parte, representa un poco más la soledad del sujeto.

diario de un caminante dijo...

De acuerdo, con una salvedad. Aunque lo que propones con una foto sea algo inherente al sujeto que sigues, si la imagen no es atractiva, no emociona, llama la atención, interpela, asusta o ¡comunica!, no sirve. Imposible no comunicar, dirás. Sin embargo, en plena era de la sobresaturación de imágenes, la competencia es fuerte, a muerte casi.
No desanimes, insiste, por favor.

Ah, y de una buena vez envíame la dirección de tu flog.